LAS CLOACAS DE LA CRIPTA

Tal vez recuerde usted el encabezado que antecedía al nombre de la revista CREEPY. Por si no se acuerda yo le ayudo, decía así: “La mejor publicación mundial de terror”. Ya retirada de los kioscos, hoy rezaría así: “la segunda”. Y es que amigas y amigos, Furillo ha escalado de nuevo el Moncayo conceptual del crisol cultural y el cruce de caminos de lo narrativo, fusionando terror y humor al punto de desconcertar al lector, ¿qué hacer primero? ¿cagarse de miedo?, ¿mearse de risa?, ¡qué horror!. Y alrededor de estas tres interjecciones se articulan una visión clara y las metas del proyecto, rendir homenaje a los clásicos del terror, a las publicaciones de género de los primeros 80, y al ser humano como detrito, resultado de su contínua e inevitable descomposición. Ya en lo concreto, Furillo nos presenta al Guardián de la Cripta, un émulo del tío Creepy, que nos paseará por mazmorras, rituales satánicos y mansiones abandonadas, eso sí, llenas de mierda y lefazos, habitadas por hombres lobo, caníbales y rotundas vampiras. Lo procaz y el sexo chungo campan a sus anchas. Como reza el subtítulo de esta cabecera “Relatos gráficos de Terror Guarro”. Literal.